Carta de ajuste

Lo siento, creo que debes marcharte, irte, alejarte, salir de mi mente, saltar los muros de mi pensamiento y volar hacia los de otro demente. No es fácil desterrarte, no es fácil dejarte marchar, pero no queda otra salida, ya se han agotado todas las opciones. Sé que hace mucho que te dije adiós, que te despedí, hace mucho que tenía que haber cerrado este corroído libro donde ya solo quedan páginas en blanco. Hoy he conseguido encontrar esas palabras que llevaba tanto tiempo buscando dentro de mi, esas palabras que yo mismo me estaba escondiendo y tú hace mucho que encontraste.

Ya no hay sitio en mi isla para ti, ahora toca que te marches, dejar que otras personas y experiencias ocupen este sitio que tan bien has ocupado durante tanto tiempo. Así que te he comprado un billete de avión, sale hoy a las doce, desde Ítaca a ese lugar que estabas buscando cuando nos dijimos adiós, supongo que tendrás que hacer varias escalas, o quizás viajes directa, pero al final conseguirás llegar y encontrar eso que tanto deseabas.

Por eso hoy, quiero despedir este año despidiéndome de ti, porque aunque tú ya hayas cogido ese avión hace tiempo, aunque ya estés a miles de kilómetros de mí y de mi isla, aunque hace mucho que cambiaste las comas por los puntos y aparte, para mi has sido lo más destacado, por no decir importante, de este año. Así que cierro mi pasado, te cierro a ti, y espero que este año primo nos traiga a los dos el ajuste que estamos buscando.


¡Au revoir!