sábado, 11 de diciembre de 2010

Matemática de una noche contigo



Déjame perderme en el algoritmo de tus labios, restarte la ropa para multiplicar el contacto con tu cuerpo/ Déjame tender a infinito entre tus sabanas para hallar la ecuación exacta de las líneas de tu espalda, apreciar tu geometría, y poder así formular el teorema de tu cuerpo/ Integrarme en un sumatorio de caricias con tu piel, y qué tus ojos me guían por el camino adecuado para resolver la incógnita/ Déjame llegar a la raíz del problema, perderme en tu seno mientras integro tu coseno, deja que este cateto descubra la bisectriz de tu ángulo perfecto.

Lo siento, nunca se me han dado demasiado bien las matemáticas, así que cuando acabe, probablemente, tenga que repetir todas las operaciones para asegurarme de que no me he olvidado de nada, al fin y al cabo, tu y yo, tenemos demasiadas “cuentas” pendientes…

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