jueves, 31 de marzo de 2011

Sinfonía en clave de afonía


Era la hora, por fin había llegado el momento, íbamos a estrenar nuestra sinfonía en la Concert Hall de la Ópera de Sidney , más de dos mil seiscientas almas resumidas en dos cuerpos. Se levantó el telón, compartimos entre nuestras manos la batuta que con la que dirigir la orquesta.

Comenzaron los violines con una intensidad de menos a mas , pasando de un piano a un mezzo forte regulados por la intensidad de nuestras caricias; la temperatura iba subiendo y la llegada a su punto mas alto fue la señal para que violas y violonchelos entrasen como un torrente enloqueciendo nuestras hormonas, dejamos que el clarinete luciera su expresividad al compás de nuestros susurros, flautines y fagots fueron los encargados de marcar entonces el ritmo a costa del vaivén de nuestras figuras cohesionadas hasta que en el momento mas álgido de la pasión trompetas, tambores y tubas irrumpen con fuerza para llevar hasta el éxtasis mas absoluto a nuestra sinfonía. Tras un silencio de corchea comenzó latente el sonido del arpa al son del amor del latir de nuestros corazones finalmente fue la trompa la que tras el ultimo beso de despedida marcó el final de esta sinfonía.

Hemos perdido la batuta, y es desde entonces que los silencios de negra han inundado nuestros pentagramas enmudeciendo al clarinete dejando nuestra sinfonía en clave de afonía, los violines y las violas se han enredado con sus cuerdas, los flautines, fagots, trompetas, tubas y tambores han desaparecido y a trompa cada vez aparece con una trompa mayor y aunque pueda parecer que suenan tambores de guerra, en realidad solo queda el latente arpa que aunque no pierde en fuerza si gana en desesperación.

-HAIKU DE LA SEMANA-

Cambio, con m antes de b
Rocío en Rosa
a Esperanza me Amparo
por Alma y su Luz.


-CANCIÓN DE LA SEMANA-

...no se si será el amor.

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