miércoles, 23 de marzo de 2011

El último avión de papel

Que bellos tus ojos después de tanto tiempo, siguen tan llenos de vida como siempre, pero ahora están cargados de experiencia. Sigues teniendo esa sonrisa tan peculiar, tal cual la recordaba rasgada por el tabaco pero pulida por el roce de tus labios. Es increíble que hoy tus hijos tengan la misma edad que teníamos nosotros la última vez que nos vimos, aquella vez que nos despedimos bajo este mismo árbol que fue testigo de aquel amor y de todo el revuelo posterior, y al que no he vuelto a visitar desde aquella noche del 61 en la que un muro se alzó para separarnos durante casi tres décadas, un muro que separó nuestra ciudad en dos, nuestro país en dos y convirtió nuestra vida en nuestras vidas.

¿Qué le vamos a hacer?, nos tocó vivir una época dura de la historia, nadie podía prever que aquella noche iba a ser la última en mucho tiempo, o quizás la última para siempre. Es incríble que de un día para otro se pueda construir algo tan enorme y que a su vez tantas cosas aún mayores decoradas por universos de pequeñas cosas, se vengan abajo. No sé porque recuerdo que aquel día te dije adiós en lugar de hasta luego, quizás fue algo premonitorio, quizás por eso me quedé parado mirándote mientras te alejabas como siempre hacía, pero esta vez mucho mas tiempo, tanto tiempo que realmente la última imagen que tuve de ti, eras un punto lejano en aquel apagado Berlín.

Hoy 28 años después hemos vuelto a encontrarnos pero ya nada es lo mismo; tú a diferencia de mi has rehecho tu vida te has casado, has sido madre y vas camino de ser abuela; yo sin embargo no he hecho mas que sobrevivir a base de cartillas de racionamiento y aseándome con poco mas que agua de lluvia, con la única preocupación de escribir cada día una carta para enviártela cada noche a modo de avión de papel. He visto morir decenas de personas intentando librar esta montaña artificial, unos fusilados, otros por el golpe de la caída, y los mas desafortunados enredados en el alambre de espinas; tal vez debí haberlo intentado yo también, ahora me doy cuenta de que de haberme jugado la vida entonces, no me estaría matando ahora.

Tan solo me queda el consuelo de que tu también has vuelto aquí, a mi encuentro, asi que puede solo puede, que en lo que nos queda, algún día nuestras vidas vuelvan a ser nuestra vida.



-HAIKU DE LA SEMANA-

Día a día
Donde es la aurora
un tren destino a Marte
destino amarte

-CANCIÓN DE LA SEMANA-
...donde hubo vuelo solo ha quedado escombro de plumas...
http://www.youtube.com/watch?v=PDT6Fb1jwAg

No hay comentarios:

Publicar un comentario