domingo, 13 de marzo de 2011

Supuestos Equivocados



Supuesto 1: Lo cierto es que has empezado a engordar, y el pelo se te está cayendo. Ella no es perfecta y lo sabes, pero a estas alturas sería difícil encontrar a alguien mejor. Tus amigos ya se han casado, incluso los más feos ya han dicho el sí quiero. En cada cena familiar os preguntan por la fecha de boda, por tener hijos. Ya vivís juntos, y la convivencia no es tan mala, todo está más limpio y más recogido, es cierto que discutís alguna que otra vez pero dicen que es normal cuando hay demasiada confianza. Así que coges y vas a la joyería más cercana, compras el anillo que te dice una de las dependientas y lo pones encima de la mesa en el restaurante más lujoso y caro de la ciudad.

Supuesto 2: Ya no le quieres, sientes que cada vez que habla te gusta menos, que estaría más guapo callado. Las manías y estupideces que un día te llamaron la atención ahora te repatean, te sacan de quicio. Cualquier conversación entre los dos acaba en una discusión, y eso cuando habláis, porque de repente cuatro años después os habéis dado cuenta que no tenéis conversación, a ti no te interesa el futbol ni a él le interesa hablar. Pero le tienes cariño, y además puede cambiar, ya tienes treinta años y muchas ganas de tener un hijo. Casados y con un hijo todo será diferente, él se volverá más cariñoso y te prestará más atención. Así que dices que Sí.

Supuesto 3: Desde que naciste no recuerdas una comida sin gritos ni discusiones, así que procuras comer solo. Ya ni cuando sacas buenas notas evitas que discutan. Cuando te portas mal es cuando todo resulta perfecto, los dos se ponen de acuerdo en reñirte, después de mucho tiempo los dos están de acuerdo en algo y encima te prestan atención. Mereció la pena. Tus padres se divorcian, tú no crees en el amor, te dedicas a conocer chicas crédulas y enamoradizas, les dices lo que quieren oír y consigues lo que quieres.

Supuesto 4: Hoy te has dado cuenta que el no te quiere, que solo quería lo que quería, y te preguntas ¿Por qué he sido tan tonta?

Víctimas de errores encadenados, náufragos sin rumbo, corsarios sin timón. A veces hacer las cosas bien no cuesta tanto.

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