viernes, 29 de abril de 2011

La gravedad del desamor


Hoy sentado a la sombra de la pirámide de Keops le doy mayor relevancia a la teoría que un ingenio loco me contó alguna vez sobre su construcción. El hombre defendía que los egipcios no pudieron ser los ejecutores de aquellos monstruos piramidales, que tuvo que haber algún tipo de fuerza mayor que lograse mover aquellos gigantescos bloques. Dejando a un lado la opción de que haya sido una obra extraterrestre, este genio me habló de la "antigravitación", por mucho que aquel hombre me explicó jamás fui capaz de entender del todo aquel concepto.

Pero un día hubo algo, un antes y un después que hizo que todo encajase,hizo que todas aquellas teorías discordantes de pronto destacasen por su cordura; solamente un beso hizo despegar mis pies del suelo ; pero mayor fue mi sorpresa cuando al destapar tu cuerpo descubrí todos y cada uno de los secretos de la trigonometría, tus ojos escodían la inmensidad del Nilo y tus palabras el calor del desierto. Recordé las palabras de aquel loco, él tenía razón, la antigravitación era posible y tú podías dominarla; cuando te conté la historia del sabio sonreiste y me explicaste que no era antigravitación, sino amor.

Fue una pena el día en que todo en ti tornó en geroglíficos incomprensibles para mi intuición incapaz, el día en el que tus besos dejaron de llevarme a las nubes, el día en el que tus ojos miraron para otro lado, tus palabras fueron enmudeciendo y tu cuerpo y con el los secretos de la trigonometría, de los cuales no había cogido nota, se fueron para siempre de mis manos; se acabó el amor y con él la antigravitación y desde entonces la humanidad vive engañada por la gravedad de este desamor.


HAIKU DE LA SEMANA:

TORMENTA
Te vi estremecer
inundando tu mirar,
me mató el dolor.


CANCIÓN DE LA SEMANA:
¿te suena?

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