SELFIE

He vuelto a tener la necesidad de escribir. He vuelto a tener la necesidad de escribir, he vuelto a tener la necesidad de expresarme, de desahogarme, de contar  y de viajar.

He vuelto a tener la necesidad de escribir, he vuelto a nacer. He vuelto a tener la necesidad de escribir, buena noticia para ti que me lees, y mala noticia para ti que no me lees pero me estás leyendo.

He vuelto  a tener la necesidad de escribir, y hace tanto tiempo, que me siento viejo, ya no tengo la facilidad de antaño para hacerlo; mi agilidad mental está oxidada, mis reflejos se ven reflejados en mis canas y mi imaginación está de viaje con el inserso. Pero he vuelto a tener  la necesidad de escribir y con eso basta.

Puedo prometer y prometo cocinar mis platos con el amor de una madre y el descaro del amante, acompañarlos con una guarnición de recuerdos y vivencias ahumados,  con un fondo de auto experiencia y secreto ibérico casi imperceptibles, y unas gotas  de salsa agridulce para potenciar el sabor de mi vida.

Quiero volver, quiero volver para convertir  un trozo de papel en mi billete de embarque, darle una vuelta a mi pilot y que sea él el piloto, y que las musas sean las azafatas que me sirvan la inspiración en mono dosis de plástico.

Quiero volver, quiero volver a transformar un folio en blanco cualquiera en un lienzo confesor, emborronarlo con mis aclaraciones,  trazar en él trozos de mi vida y trenzar así una realidad tan real como imaginaria. Quiero volver a hacer del trípode el soporte de lo insoportable y de la  paleta de colores una amalgama de olores.

Quiero volver, quiero volver a hablar de mis dolores con la confianza de poder llamarlos Lola, volver a ser sincero con mis pensamientos y no miento, no miento si reconozco que en ocasiones parafraseo maestros para poder “decir sin andar diciendo”.